La selección española de balonmano se proclamó por segunda vez en su
historia campeona del mundo tras la corona lograda en Túnez 2005 y lo
hizo ante la todopoderosa Dinamarca, a la que derrotó por 35-19 con
todo merecimiento y con el apoyo del público. Los 'Hispanos' entran en la leyenda del deporte español.
España bordó un partido similar al de su primer Mundial. Incluso fue
mucho mejor. Ante el rival más potente posible bordó el partido
perfecto para, no solo ganar, sino hacerlo con holgura, dando a los
campeones de Europa una paliza histórica.
Dinamarca nunca tuvo opción. No sabían lo que les esperaba. Empezaron a caer los goles. Por un
momento, los nórdicos aguantaron. Pero a partir del minuto 21 comenzó
el vendaval español. Un parcial de 4-0 en apenas dos minutos puso cinco
goles de diferencia, algo ya insalvable para los daneses, que sólo
pudieron hacer dos tantos más hasta el descanso, al que se llegó con la
máxima diferencia del partido (18-10). Hasta el momento.
España no frenó el ritmo en la segunda mitad. No tuvo compasión de su
rival. Se vengó con ganas de los dos últimos reveses ante ellos, en el
anterior Mundial y el pasado Europeo.Con un parcial de 8-0 en ocho minutos finiquitaron el partido y comenzó la humillación, que no paró hasta el pitido final.
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